martes, 4 de octubre de 2011

CUADERNOS DEL ESPECTACULO Nro. 30

Cuadernos del Espectáculo Nro. 30
Por Carlos Abeijón
Exclusivo para Radio Capital del Sur
carliabeijon@hotmail.com
Por razones de ajuste radial, Cuadernos del Espectáculo Nro. 30, que debía haber salido el pasado viernes, sale en el día de la fecha. Sepan, nuestros radioyentes, disculpar este inconveniente. (Nota de la Dirección).



Pionera del denominado Dogma 95, LA CELEBRACION, que el danés Thomas Vinterberg realizó en 1998, seguía los principios -junto a LOS IDIOTAS, de Lars Von Trier y MIFUNE, de Soren Kragh-Jacobsen- de aquel manifiesto: filmar en escenarios naturales, con iluminación natural, con actores poco conocidos y con cámara en mano. Fue un film revulsivo, excesivo, catártico y con una carga emocional por momentos demoledora. Ahora llega a las carteleras porteñas-Teatro Lola Membrives la versión teatral que el inglés David Eldrige adaptó de la conmocionante película y uno se pregunta para qué, ya que el lenguaje del cine daba al texto una dimensión trágica y de mistificadora que se pierde en el escenario. Si bien la puesta de Luis Romero hace un uso inteligente del espacio escénico, jugando hábilmente varias escenas en planos paralelos, y agudizando el método brechtiano del distanciamiento y la exposición de los trucos, el crescendo dramático no logra el cenit adecuado y el final se alarga diluyendo la explosiva fuerza dramática. El director, además, supo mover a un elenco numeroso y obtuvo óptimos rendimientos de un muy concentrado Benjamín Vicuña, de un potente Osvaldo Santoro y de la fantasmal máscara trágica de la espléndida Beatriz Spelzini. Antonella Costa y Manuela Pal (quien reemplaza a bellísima y tristemente célebre actriz de telenovela con problemas de salud) cubren sus roles con total convicción. Y el que parece adolecer del "mal de San Vito" es el hiperkinético Gonzalo Valenzuela, quien, además de pelar lomo y boxer, gesticula y se mueve a lo loco por el escenario como si estuviera poseído por el demonio. En fin, un espectáculo por momentos atractivo pero que no va a pasar a la historia del teatro.

La ópera, como "espectáculo total" -síntesis de todas las artes, como le gustaba decir al genial Richard Wagner, ya arribó al Teatro Colón. Se trata de LOHENGRIN, ópera romántica en tres actos, de 1850, con libreto y música de su autoría. Dejando de lado la tradición italiana, con recitativos, arias y conjuntos, cuya fragmentación dificulta el desarrollo de la acción, Wagner opta por un discurso donde los extensos monólogos y las arias no interrumpan el constante fluir de la música. En estupenda amalgama de texto y grandiosidad melódica, el compositor logra una pieza de fuerza conmovedora, de gran misterio y profundidad onírica. Lohengrin es un justiciero, de carácter mítico, que llega desde las alturas para salvar a una inocente de los abusos de la maldad y la injusticia. Con este material, pleno de ensoñación, Roberto Oswald (director de escena, diseño de escenografía e iluminación)y Aníbal Lápiz(diseño de vestuario) ,dupla talentosa si las hay, logran plasmar todo del simbolismo que sustentan las leyendas, los mitos y las sagas y el equilibrio en la puesta es perfecto. Muy buenas las voces del tenor Richard Crawley y la de la soprano Ann Petersen. Se lució el Coro Estable, a cargo de Peter Burian y muy afiatada la dirección musical de Ira Levin. Nuestro primer coliseo sigue con una temporada brillante.

Un intelectual, en plena crisis existencial, se refugia en una clínica de salud mental ,donde no puede leer. Sin embargo, guarda una edición de EDIPO REY, de Sófocles, y obsesionado con el texto inicia una relación muy especial con la enfermera que lo cuida. Juntos recorrerán la tragedia (según Freud, punto nodal, fundante del Psicoanálisis y génesis de la sexualidad humana) y darán lugar a un inteligente juego de ficción dentro de la ficción que atraerá a cualquier amante del teatro. La cita es en EL TINGLADO (Mario Bravo 948) y vale la pena acercarse a esta interesante propuesta escénica, de Gioele Dix y Sergio Fantoni, que lleva por título EDIPO.COM. Con música de Raúl Parentella y prolija puesta de Eduardo Lamoglia, el espectáculo crece sin pausa gracias al gran desempeño de los protagonistas, por suerte recuperados para el teatro: Pablo Alarcón, en sorprendente tour de force, y la bella y dúctil Sandra Ballesteros. Irónica, emotiva y con gran sentido del humor, la obra no va a dejar indiferente a nadie. Altamente recomendable.

Y ya que comentamos el regreso de Sandra Ballesteros (de vuelta después de reencontrarse a sí misma, gracias a su búsqueda espiritual en la India), también resulta muy grato su regreso al canto en LA BIBLIOTECA CAFÉ (Marcelo T. de Alvear 1155). Allí se acaba de presentar, acompañada por JAZZ 4, un grupo de estupendos músicos, con un show sumamente atractivo, donde recuerda a las grandes del jazz-Billie Holiday, Ella Fitzgeral, entre otras-y hace un recorrido cinéfilo por hits como PUT THE BLAME ON MAME(donde la inolvidable Rita Hayworth, aunque estaba doblada, hacía bramar a las fieras en GILDA, con solo sacarse un interminable guante) logrando una versión muy personal. De belleza felina, con una muy bien entonada y cálida voz y una sensualidad arrasadora, Ballesteros seduce con buenos recursos actorales y un estilo único. Para no perdérselo.

La televisión de aire sigue ofreciendo algunas ofertas interesantes.Por ejemplo, La Televisión Pública acaba de poner en pantalla-sábados a las 22 hs.-TIEMPO PARA PENSAR, con idea y producción de Andrea del Boca. Se trata de un prolijo unitario, en temas, dirección y actuación, en 13 capítulos. La primera entrega, QUE HACEMOS CON PAPA, de Marcelo Camaño (el programa explora temas sociales desde lo cotidiano)se metió en la conflictiva relación de un hombre con Alzheimer con su familia y la posibilidad o no de internarlo en un geriátrico. Sin golpes bajos, con una honda comprensión humana y un lenguaje visual atractivo, el envío devolvió a los televidentes los valores esenciales de la familia y una ética de vida que parecía olvidada. Buenos trabajos de todo el elenco y, en especial, la conmovedora composición del gran Roberto Carnaghi. Para seguirle el rastro.

Esta vez escucho la radio y no leo nada, ya que me tiene loco un texto de James Joyce, FINNEGANS WAKE (impresionante operación sobre la lengua del genial escritor y texto amado por los lacanianos, de Eric Laurent a Miller, que está agotado. Me meto en la chirriante RADIO 10, primera en el rating y muy seguida por los taxistas. Me asombran sucesivos programas con exceso de personalismo en los conductores, noticias a base de sensacionalismo y cholulaje en el enfoque del espectáculo. Harto ya de estar harto, me voy a Mitre, segunda en audiencia, y ahí la cosa se calma un poco: excelentes informadores, respeto por los invitados, buena música y el arte visto bajo otra óptica. También me queda tiempo para RADIO NACIONAL, con muy buenas propuestas de todo tipo y conductores de lujo. En especial, me gusta mucho, los sábados a la tarde, REUNION CUMBRE, con grandes invitados, interesantes temas y la inteligente conducción de Carlos Ulanovsky. Si encuentran el libro del autor de ULYSES...¿me lo prestan?

¿Cómo se puede seguir una serie policial doblada con lenguaje neutro y con constantes cortes publicitarios? Imposible, se pierde la fuerza dramática y el suspenso se corta y dan ganas de apagar el televisor. Es lo que ocurre con la interesante THE KILLING, que la señal de cable A&E acaba de poner en pantalla. Basada en la serie danesa FORBYDELSEN, escrita por Henning Mankell (la literatura negra escandinava, exitosa a partir de la trilogía MILLENIUM, de Stieg Larsson, sirve de inspiración a las ficciones norteamericanas), la historia, en trece capítulos (con algo de TWIN PEAKS, aunque sin la delirante imaginación de David Lynch) empieza tratando de desentrañar el misterio que oculta el asesinato de una chica, el dolor de la familia, el equipo de detectives que busca al culpable y las dudas que rodean la campaña política de un consejal de Seattle. Bien filmada y actuada con corrección el thriller hizo furor en Estados Unidos y ahora prueba suerte en nuestro medio. Pero, señores, no se puede ver un policial en estas condiciones. Sorry.

Después de dirigir, con mano firme, en el mismo Teatro del Globo, CODIGO DE FAMILIA, ahora la inquiete Eva Halac presenta una encantadora versión de AQUELLOS GAUCHOS JUDIOS, de Roberto "Tito" Cossa y Ricardo Halac. Titulada actualmente LOS KAPLAN,l a obra se enriquece con una serie de viñetas, de fuerte carga emotiva, que cruzan historias de gente que viajó desde Rusia a la Argentina, en busca de la tierra prometida. Es una ficción sobre una historia ocurrida hace tiempo, en Moisesville. Transcurre en los años cincuenta y se evoca el Israel socialista de esa época. Se trata de un material que exalta los valores humanos y la voluntad por superar la adversidad y Halac lo maneja con sensibilidad y un sabio uso del espacio escénico, con juegos temporales simultáneos que enriquecen el desarrollo. También supo manejar con pericia a un elenco de excelentes actores, entre los que brillan Tina Serrano y Jorge D´Elía. El debut de Chino Darín resulta promisorio. También es importante destacar el diseño de iluminación de Miguel Solowej, y la escenografía y vestuario de Micaela Sleigh. Un espectáculo para tener en cuenta.

Otra grata sorpresa en la señal de cable MAX. Acaba de estrenar una espléndida producción italiana de Saverio Costanzo, del año 2007.Se trata de IN MEMORIA DI ME, un intenso film sobre las vacilaciones de la fé, filmado en un imponente monasterio enclavado en un islote en Venecia. Un joven entra para hacer el noviciado en una Orden religiosa y busca encontrarse a sí mismo en los intrincados caminos de una rigurosa religiosidad. La búsqueda espiritual lo lleva a un sinnúmero de enigmas, hasta la toma de conciencia final. Se trata de un film austero, con un lenguaje visual depurado, de rigor bressoniano. Cuenta, además, con dos actores notables: Christo Jiscek y Fillipo Timo, que sostienen sus criaturas con una lucidez pasmosa. Para grabar y atesorar.

Preparen el pochoclo, ya que esta semana se pueden deleitar con ocho estrenos. ¡Mon dieu!. Empecemos por el cine de qualité. Con sólo cinco largometrajes en 38 años de carrera, el preciosista Terrence Malick no se rinde y sigue sorprendiendo a sus seguidores desde su inicial y radical Badlans (1973). Claro que después se tomó todo el tiempo del mundo para contar sus sagas bellas y grandilocuentes y hay que tener mucha paciencia para seguir con los ojos abiertos EL ARBOL DE LA VIDA, su último opus. Es ambicioso, personal y un gran artesano de la imagen a la hora de encarar su cine, pero aquí, lejos de su mejor película, LA DELGADA LINEA ROJA(1998)se va demasiado por las ramas y complica demasiado el relato de una familia texana, bastante complicada, en los años `50. Ni Brad Pitt ni el magnífico Sean Penn logran sobresalir en la pantalla. Y si nos vamos al siglo XVII, en plena guerra religiosa, nos encontramos con una bella princesa acosada por cuatro pretendientes. Claro que el director es el excelente Bertrand Tavernier, quien con una magnífica reconstrucción de época sabe contar una atractiva historia con intensidad y obtiene el máximo rendimiento de sus actores. Para tener en cuenta. Tampoco hay que dejar pasar por alto a la argentina VAQUERO, auspicioso debut detrás de la cámara del interesante actor Juan Minujín (de jugado rol en la arriesgada UN AÑO SIN AMOR), una inteligente mirada sobre el mundo y las neurosis de los actores. Tiene algo importante para decir y sabe cómo contarlo. Sin apartarnos del cine vernáculo, tenemos otro documental sin demasiadas pretensiones, UN DIA EN CONSTITUCION, y van... Casi todas las semanas hay uno y no todos de pareja calidad .En este caso, Juan Dickinson se toma el trabajo de reseñar en día en la populosa estación pintando una fauna variopinta que interesa hasta por ahí nomás. Volviendo al cine francés y lejos del estilo meticuloso de Tavernier, nos encontramos con LA QUISE TANTO, de Zabou Breitman, un film elegante y emotivo que habla, con franqueza de las turbulencias en las relaciones amorosas. La trama se sigue con interés por la gran sutileza en el trazado de personajes y situaciones y porque se tiene la posibilidad de disfrutar de ese actor todoterreno que es Daniel Auteuil, espléndido como siempre. Y a no desanimarse, porque todavía tenemos una comedia familiar con animales parlantes que ayudan al protagonista a salir de perdedor. Hablamos de EL GUARDIAN DEL ZOOLOGICO, con cansina dirección del ignoto Frank Coraci, con horrendo doblaje a la mexicana, que da ganas de tirar pochoclo a la pantalla. De CONAN EL BARBARO Y TESTIMONIOS DE UNA VOCACION no pienso decir nada, ya que sería en balde. Ci vediamo.

El 11 Festival de Cine Alemán pasó por Buenos Aires dejando calidad artística y propuestas provocativas, que causaron gran revuelo. Para el recuerdo, dos que enfocan la diversidad sexual con madurez y desenfado: ROMEOS, ópera prima de Sabine Bernardi, y TRES, de Tom Tykwer, último trabajo del director de la recordada CORRE LOLA CORRE. Y la frutilla de la torta: PINA, del gran Win Wenders, sobre la maravillosa bailarina desaparecida Pina Bausch; primera película de autor en 3D. Ojala que tengan difusión comercial, para regocijo de los que aman el cine y el criterio open mind.