jueves, 25 de agosto de 2011

Cuadernos del Espectáculo Nro. 25

Cuadernos del espectáculo Nro. 25.
Por Carlos Abeijón
Exclusivo para Radio Capital del Sur


En la misma sala del BAC, donde años atrás presentó la inolvidable VITA Y VIRGINIA, el sensible teatrista y realizador cinematográfico Oscar Barney Finn ofrece LAS HERIDAS DEL VIENTO, de Juan Carlos Rubio. Esta interesante pieza, antes vista en Chile, se interna en intrincados vínculos filiales y analiza, con agudeza, los vericuetos del alma, recorriendo los límites de la diversidad sexual. Alguien expresa su pasión a través de encendidas cartas, otro responde con papel en blanco (¿imposibilidad de "blanquear" el deseo o cobardía para asumirse como persona?). El encuentro entre dos hombres muy diferentes pondrá las cosas en su lugar y el Nombre del Padre guardará su enigma. Con esta material rico en significados, Barney Finn logra una puesta muy afiatada, manejando con mano segura los climas de gran tensión dramática y los momentos de humor inteligente. Ayuda el prolijo marco escenográfico y lumínico de su autoría y el excelente rendimiento de los actores. El actor chileno Luis Gnecco alivia el estereotipo de su personaje con una gracia impar y Paulo Brunetti, cada vez mas firme como intérprete, asume su difícil rol con total convicción. Es una temporada breve; ojalá que se prolongue, porque es teatro del bueno.

Aproveché el último fin de semana largo para zambullirme en viejos y queridos textos clásicos. Leí por enésima vez LOS FUNAMBULOS, ese cuento fantasmal de la maravillosa Silvina Ocampo y discurrí por Los Nombres del Padre que circulan rumbo a la psicosis de FUNES EL MEMORIOSO (críptico cuento de Borges, que habría amado Lacan). Claro que cuando leo no puedo dejar de hacer zapping con la radio y descubro que las mañana de Del Plata son inmejorables, ya que primero Cristina Pérez y, luego, Mónica y César saben cómo deleitar a la audiencia a base de profesionalismo, respeto por el entrevistado, buen enfoque en las noticias y lenguaje lejos de la chabacanería. En las mañanas de Mitre, Chiche Gelblung sigue con su particular estilo no exento de dinamismo y bastante picardía en los comentarios. Mientras los seguidores de siempre muy simpático y lenguaraz Ari Paluch (ahora abrazando un camino más espiritual con su best seller EL COMBUSTIBLE ESPIRITUAL y a punto de debutar en la tele, por América, con programa del mismo nombre)no se cansan con sus ocurrencias en EL EXPRIMIDOR, con seis horas diarias y 26 años en la radio. Y, ya a la tarde, terminada la lectura, me divierto un rato con las desopilantes María Esther Vignola y Rina Morán, en Radio Colonia, que no se cansan de festejar los 91 años de la emisora con conductores de lujo. La radio sigue siendo la entrañable y eterna compañía para todas las edades.


Así como se suelen premiar a actores y actrices por su buen desempeño en cine, teatro y televisión, también habría que inventar una fiesta (como suele hacerse en Estados Unidos, el premio "frambuesa")para destacar los peores desempeños en los distintos rubros. Sin ir más lejos, en nuestra bendita tevé, hay dos señoras que se sacan chispas en materia de pésimas actuaciones, aunque en distintos programas. En Telefé, EL ELEGIDO mostró el brillo actoral de Leonor Manso, Patricio Contreras y, más recientemente, el paso fugaz, pero firme de Cecilia Roth. ¿Pero quién la frena y le dice a la desquiciada Leticia Brédice que está totalmente fuera de tono y que su interpretación de una ciclotímica (me gusta más la denominación antigua) mueve a risa y da lástima lo mal que está esta muchacha, que pintaba como una de las actrices jóvenes más brillantes?. Y como si todo esto fuera poco, nos corremos al TRECE y no se puede creer el festival de muecas, ataques histéricos y la irritante afectación de la creída Leonor Benedetto, en HEREDEROS DE UNA VENGANZA. ¡Dios, ten piedad de nosotros!

Mimado en los Estados Unidos por ser un cineasta joven e irreverente y destacado por la crítica internacional, el rubicundo Wes Anderson sigue explicando su método de trabajo con grandes actores en festivales importantes. Responsable de VIDA ACUATICA, LOS TENEMBAUNS y VIAJE A DERJEELING, este mes la señas de cable MAX le dedica un ciclo destacando sus dos obras inéditas en nuestro país: BOTLE ROCKET Y RUSHMORE. Volví a ver sus films y la verdad que le reconozco cierto ingenio en la manera de encarar historias insólitas, pero su humor dislocado no alcanza el timing necesario y las tribulaciones de sus criaturas terminan por aburrir. Promete mucho más de lo que logra, a pesar del esfuerzo de actores como Bill Murray y Anjelica Huston, por citar algunos de los más célebres. No hay caso, no me engancho. C´est la vie et le cinema.
El más reciente cine italiano se destaca por su lucidez y desprejuicio a la hora de ocuparse de los avatares de la sexualidad humana y de los vericuetos del deseo. Hace poco, recomendamos TENGO ALGO QUE DECIRLES y ahora se destaca, entre los estrenos de esta semana, EL AMANTE. El realizador Luca Guadagnino, bastante dedicado al género documental, logra en este bello film una aguda vivisección de una rica familia de empresarios textiles de Milán, que marcha rumbo al abismo. Con un estilo elegante, elíptico y con ecos viscontianos, desnuda el alma de sus criaturas y ofrece un retrato profundo de los valores de clase en decadencia. Pero, el centro de la escena lo ocupa una hermosa y enigmática mujer dispuesta a todo por encontrarse a sí misma en el amor y doblegar el cómodo destino que parecía que se le había asignado. En el rol principal, sobresale el talento de Tilda Swinton, quien ofrece una clase magistral de economía de recursos interpretativos. Para recomendarla vivamente. Tampoco hay que dejar pasar por alto BALADA TRISTE DE TROMPETA, donde estalla el genio desmesurado y barroco del español Alex de la Iglesia, con una impronta esperpéntica que abreva en las proteicas fuentes de Berlanga y Buñuel. Esta vez el inteligente realizador de ACCION MUTANTE, EL DIA DE LA BESTIA, PERDITA DURANGO y CRIMEN FERPECTO, entre otras joyas, partiendo de la Guerra Civil Española y llegando a 1973, reflexiona acerca de su país y de su gente con vertiginosas imágenes plenas de lucidez. Un elenco perfecto acompaña a un director que sabe lo que hace y como lograrlo en grado superlativo. Y para los menos pretenciosos, que buscan pasatiempos sin demasiado vuelo, pueden elegir entre QUIERO MATAR A MI JEFE, una comedia de Seth Gordon con cierta acidez inicial para desarrollar las conflictivas relaciones entre patrones y empleados, pero que finalmente naufraga en el más feroz convencionalismo. Y para los que disfrutan con el miedo, sin pedir atmósferas sutiles, pueden pasar un rato de terror con NO LE TEMAS A LA OSCURIDAD, del ignoto Troy Nixey, donde una niña tímida despierta a los demonios escondidos en una lúgubre mansión del siglo XIX. Buen finde, tratando de ir al cine, donde las cintas se disfrutan mucho más.



Numero Aniversario de la revista El Psicoanalisis