jueves, 21 de julio de 2011

Ya salio el nuevo numero..

Cuadernos del Espectáculo Nro. 20

Cuadernos del Espectáculo Nro. 20
Edición Especial/Vacaciones de Invierno en Argentina
Por Carlos Abeijón
Exclusivo para Radio Capital del Sur


Resulta increíble la total impunidad con la que el sobrevalorado teatrista Daniel Veronese destruye textos clásicos, de distintas épocas y estilos. Ya sufrimos sus bochornosas adaptaciones de LOS REYES DE LA RISA y UN TRANVIA LLAMADO DESEO y ahora hace añicos a Anton Chejov, uno de los grandes dramaturgos de la historia del teatro. LOS HIJOS SE HAN DORMIDO (¿quién entiende ese título?), su malhadada versión de LA GAVIOTA, resulta intolerable y no se entiende que se haya estrenado en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín ¿Dónde quedó la sutil penetración psicológica y la aguda reflexión sobre la vida y el arte que propone en esta pieza mayor el autor de TIO VANIA, TRES HERMANAS y EL JARDIN DE LOS CEREZOS? La caprichosa y superficial visión del director es tan banal e irrespetuosa que provoca estupor en los amantes del teatro. En medio del desastre, un soberbio grupo de actores (ya antes de comenzar el espectáculo, se los ve a algunos a telón abierto, en estado descontracturado, y ya uno se puede imaginar lo que se avecina) se desplaza por una horrible escenografía de Alberto Negrín, con una marcación errática, vociferando y moviéndose sin ton ni son. La única que se salva del naufragio es la intensa María Figueras. Y aún en los momentos en que se logra cierto clima intimista el responsable de esta puesta desafortunada rompe el efecto con golpes de humor ramplón (ecos de la nefasta incidencia de Tinelli en todos los ámbitos de la cultura) Una lástima. Esperemos que algún historiador de teatro se acerque a Veronese y le recuerde la maravillosa puesta que el maestro Augusto Fernandes llevó a cabo, en 1996, en el mismo teatro, y, de paso, que le aconseje volver al off donde el suele moverse como pez en el agua. Finalmente, debería seguir el ejemplo de Claudio Tolcachir o Javier Daulte, que van del teatro alternativo al comercial con total respeto y talento para abordar el arte escénico.

¿La vida es sueño? Calderón de la Barca lo afirmaría ¿Soñamos o somos parte de un sueño soñado por otro? Bueno, ya sería como perdernos en el jardín de los senderos que se bifurcan según Borges. Sin llegar tan lejos, pero jugando alegremente con la fantasía, Joseph Haydn le puso música a un inspirado libreto de Carlo Goldoni y compuso el dramma giocoso IL MONDO DELLA LUNA, que Buenos Aires Lírica (apostando siempre a talentos nacionales) acaba de presentar en el Teatro Avenida. Esta ópera bufa, en tres actos, se estrenó en 1777 y conserva toda la frescura de una comedia de situación, que oscila permanentemente entre la realidad y la ficción (se proyecta una deliciosa escena del VIAJE A LA LUNA, de Georges Méliès), gracias a la imaginativa puesta del joven regisseur Pablo Maritano. Más allá de ciertas reiteraciones y arbitrariedades, la ópera se disfruta por la potente musicalidad de Haydn, servida por la vehemente y precisa dirección musical de Rodolfo Fischer. Excelente la escenografía de Andrea Mercado y muy apropiado el vestuario de Sofía Di Nunzio. Si bien el nivel de voces es bastante parejo, se destaca el elenco femenino y, sobre todo una sorprendente (en canto y actuación) Rocío Arbizu en el divertidísimo rol de Lisetta. Una oferta atractiva, para tener en cuenta.

Parece mentira, pero todavía la televisión de aire suele deparar alguna grata sorpresa. Tratando de frenar el avance de EL TRECE, Telefé acaba de presentar el primer capítulo de EL HOMBRE DE TU VIDA, un esperado unitario, que cuenta con libro -en colaboración con Marcela Guerty- y dirección del oscarizado Juan José Campanella (EL SECRETO DE SUS OJOS, entre otros logros cinematográficos). La historia, protagonizada por el camaleónico Guillermo Francella (lo bueno es que no se encasilló y asume zonas de riesgo) es muy simple y hasta tiene algún punto de contacto con la malograda SR. Y SRA. CAMAS: un atribulado hombre de barrio que está separado y educa solo a su hijo adolescente, se acaba de separar y no sabe qué hacer de su vida; una prima -siempre eficaz Mercedes Morán- le ofrece trabajar en su agencia para solos y solas. De ahí en más se crearán situaciones inesperadas, con un cierre para cada capítulo. El encuentro inicial estuvo muy bien jugado por Francella y la siempre bienvenida a la tevé, la talentosa Virginia Innocenti (debería reestrenar, en el teatro, DIJERON DE MI, su cálido homenaje a la Merello, después del zafarrancho de Nacha) y con precisa dirección de Campanella, que no estaba en la tele después de presentar la miniserie VIENTOS DE AGUA. La participación de Luis Brandoni, como un cura campechano no supera la corrección. En suma: un programa que promete mucho y que resulta grato para un domingo a la noche, después de escuchar las risotadas y los jueguitos tontos de Marley en Minuto para ganar. Y pasando al TRECE, los amantes de lo bizarro ya no pueden creer lo que pasa en SHOWMATCH. No se sabe si para mantener el rating en alza o es que finalmente tiró la chancleta, los jugueteos homoeróticos entre Tinelli y Tito, el ex guardaespaldas de innombrable nouveaux riche rozan lo escandaloso. La pantalla chica da para todo.

En la entrada del Teatro del Globo, ya lo mencionamos alguna vez, hay un sótano donde reina el café concert. Con precios razonables y música de todos los géneros, se puede disfrutar de una velada de lo más agradable, gracias a los oficios de la bella anfitriona: la dúctil Edith Margulis. Regentea el lugar, cocina, canta, actúa y está hasta en los más mínimos detalles, con su calidez habitual. Como todos los años, acaba de presentar, con invitados, su fino homenaje a Francia, conmemorando el 14 de julio. Además, todavía está en cartel, en su cuarta temporada y con muchos premios la inolvidable CENA DE LEONARDO DA VINCI. También los sábados, la talentosa Marikena Monti sigue ofreciendo su atractivo show y, como si esto fuera poco, Margulis y su troupe preparan, para agosto, un recorrido por el cabaret alemán de entreguerras. Para ir agendando.

Y volviendo a nuestra bendita tevé, esta vez a la señal de cable Magazine, los miércoles a las 22hs, nos habíamos olvidado del regreso al medio de la inenarrable. Sí, todos y todas, ya pueden seguir asombrándose con la cariátide del fin del mundo, en ESTA NOCHE CON MORIA. Hablamos de la incansable Casán, of course, una mumy eterna que se pasea con su estudio móvil por la ciudad y entrevista a políticos, deportistas y gente del espectáculo. Además recurre a personajes remanidos: Rita Turdero y Nylon. La entrevista con su hija, Sofía Gala por lo menos fue divertida. Para decadentes sin remedio.

Mientras dejo de lado, por un rato, la densidad narrativa de Umberto Eco, en el demasiado minucioso EL CEMENTERIO DE PRAGA, trato de digerir la bronca que me produce no poder ir a ver y escuchar el magnífico dúo que componen Susana Rinaldi y Leopoldo Federico, en Clásica y Moderna (parece que a los encargados de este recinto y en especial a su jefa de prensa no les interesa el jurado de ACE; en verdad, tendrían que aprender de la buena onda y el respeto de La Bioblioteca Café), me deleito con una nueva lectura. Se trata de LA ESTRUCTURA SUBVERSIVA DE LA COMEDIA. ANALISIS DE LOS COMPONENTES FORMALES DEL GENERO CINEMATOGRAFICO PRE-INSTITUCIONAL (1902-1916), un riguroso trabajo de investigación llevado a cabo por Juan Alfonso Samaja e Ingrid Bardi. ¿Por qué ciertas historias nos provocan risa? ¿Hay algún diseño específico para las formas cómicas? Rastreando a Freud y otros notables autores, los responsables de este interesante trabajo-atractivo no sólo para los que se dedican a hacer reír sino para toda persona que intente indagar en el género, aún por mera curiosidad-reflexionan sobre diversos ítems tomando como caso particular al género de la comedia en el cine, en el período citado anteriormente, en Francia, en Inglaterra y en los Estados Unidos. Un rico material, editado por el Centro de Estudios sobre Cinematografía, que no va a dejar indiferente a nadie.

El cable sigue brindando muy gratas sorpresas cinematográficas. La señal MAX, que ya destacamos varias veces, acaba de presentar, sin pasar por los cines, uno de los últimos trabajos de la actriz y cineasta alemana Margarethe von Trotta (LAS HERMANAS ALEMANAS). En esta oportunidad, la interesante realizadora propone situarse, en VISION: LA VIDA DE HILDEGARD VON VINGEN, a comienzos del primer milenio, en un riguroso monasterio de monjas de clausura. En medio de austeros paisajes germánicos, la abadesa, la intensa Barbara Sucowa (inolvidable en LOLA, de Fassbinder), tocada por la gracia divina y con una fe inquebrantable, trata de imponer sus derechos en medio de la estrechez mental de los hombres y las atribuladas monjas que la secundan. Lo que atrapa desde el principio al fin, además de un riguroso lenguaje cinematográfico, es como la directora ahonda en la época y en la pasión de sus criaturas y como expone, con crudeza las aristas más miserables de la condición humana, aún en un lugar espiritual y lejos del mundanal ruido. Inquietante mirada femenina, especial para espíritus abiertos.

En materia cinematográfica, la semana no aportó nada digno de destacar. A pesar de la coincidencia en cartelera de dos grandes del género de terror, John Carpenter y George A. Romero, sus flamantes títulos dejan bastante que desear. El primero, responsable de las recordadas ASALTO AL PRECINTO 13, HALLOWEEN y LA NIEBLA, no consigue nada realmente personal con el denso material que propone en ATRAPADA, un más que discreto thriller psicológico, sobre atribuladas jóvenes encerradas en un neuropsiquiátrico, en los años 60, en un pueblo de Oregon, en Estados Unidos. Demasiados excesos de tratamientos agresivos en un guión que se empantana en recursos previsibles. Tampoco Romero (famoso por LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVOS) sale bien parado con su remanido regreso a la tierra de los zombies, en LA REENCARNACION DE LOS MUERTOS. Pocas ideas para un reiterativo festín sangriento. Y siguiendo con sus aportes para que disfrute la gente menuda, el cine nacional presentó LAS AVENTURAS DE NAHUEL, con dirección, idea y guión de Alejandro Malowicki, un director especializado en este tipo de propuestas, que reúne títeres y dibujos en una nada más que simpática historia con tiernos personajes. Es digno de destacar que los logros técnicos mejoran en nuestro cine. Para terminar, otra para los chicos, la norteamericana LOS PINGUINOS DE PAPA, con el hiperkinético Jim Carrey, esta vez volviendo a sus muecas habituales y perseguido por unas mascotas en misión redentora. Mark Water dirige con oficio y en el elenco brilla la eterna Angela Lansbury. And so on...