martes, 14 de junio de 2011

Cuadernos del espectáculo Nro. 14

Por Carlos Abeijón.
Exclusivo para Radio Capital del Sur



Después de la magnífica presentación del joven pianista Horacio Lavandera, el teatro Colón sigue triunfalmente con su temporada operística. En su tercer título del año, se presentó EL TRIPTICO(II TABARRO-GIANNI SCHICCHI-SUOR ANGELICA),con música de Giacomo Puccini. El popular -en el verdadero sentido del término- compositor italiano se basó para esta versión integral de su obra en LA DIVINA COMEDIA del Dante, para musicar tres episodios que correspondieran al paraíso, al infierno y al purgatorio. Famoso por su "decadentismo trágico", el talentoso regisseur italiano Stefano Poda logró un riguroso criterio de unidad estética, cambiando el orden de representación, y basándose en la rica escenografía de Daniel Feijoo trabajó las escenas con plano inclinado y profundidad de campo, a partir del uso gigantesco de un espejo y el recurso (ya muy usado y que dificulta el desplazamiento de los cantantes) del agua como elemento purificador. El resultado es tan desparejo como atractivo, sobre todo con la cumbre emocional de la última parte. Junto con la precisa y temperamental batuta del director de orquesta Richard Buckley, es necesario destacar-en una época donde no abundan las grandes voces en todo el mundo-los brillantes desempeños del barítono español Juan Pons, de la mezzosoprano polaca Agnes Zwierko y, sobre todo, de la esplendorosa soprano italiana Amarilli Nizza. Una propuesta de envergadura, muy disfrutada por los melómanos.